Me gustan las puertas, no lo puedo remediar.
Siempre me pregunto que habrá detrás de ellas.
Son misteriosas, no pasan desapercibidas y algunas aunque no lo pretendan, les gusta que las miren.
Incluso algunas llegan a lo máximo de la coquetería.
Algunas son románticas, otras austera, otras presuntuosas, otras esconden secretos.
Esta da miedo nada más verla, es la puerta de la cárcel de un castillo de Francia.
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